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domingo, 12 de diciembre de 2010

MI CUENTO DE INVIERNO

LA CAMA ENAMORADA
En aquellos tiempos antiguos en el país de los sueños vivía en el centro de la ciudad una humilde cama llamada Flor. Un día de navidad Flor estaba en su casa contemplando la chimenea, ella se sentía calentita y tranquila pero ella pensaba que le faltaba algo, llegó a la conclusión que lo que le faltaba era compañía.  
Al día siguiente se despertó con un buen presentimiento, desayunó y se fue al supermercado Cogió la lista de la compra y se puso a coger las cosas que tenía anotadas. Cuando terminó de comprar fue a la caja para pagar, cuando puso las cosas en la caja vio a la escoba que le estaba atendiendo, sentía algo que nunca había sentido, ella pensó primero que era vergüenza. Cuando llegó a casa soltó las bolsas en la cocina y se sentó delante de la chimenea, se estuvo minutos, minutos y minutos contemplando la chimenea. Al cabo de varias horas llegó a la conclusión de que lo que le pasó en el supermercado no fue vergüenza sino amor.
Preparó el almuerzo, cuando se dispuso a comer pensó en lo que le pasó esta mañana, y decidió ir al día siguiente al supermercado y declararse a la escoba. Al día siguiente Flor se levantó  de la cama con el pie derecho y con mucha ilusión. Desayunó con más ilusión que nunca, se  quitó el pijama se puso una ropa que le regaló su madre que no la había estrenado, cogió su bolso y se fue derechita al supermercado. A continuación en el supermercado Flor le preguntó  al director del establecimiento si estaba la escoba que estuvo ayer en el supermercado y el le dijo que la escoba se encontraba mal, ella le preguntó la dirección de la casa de la escoba y el le dijo que era la calle de Los Naranjos número 14. A Flor se le ocurrió comprar flores para dársela a la escoba, así que antes de todo fue a la floristería. En la floristería le compró unas rosas muy bonitas, por cierto. De repente empieza a llover a cántaros y ella se refugia en un soportal de una tienda. Cuando empieza a parar un poco la lluvia Flor se centra en la dirección de la escoba. Tras varias horas buscando, por fin llega a su destino. La imagen de la calle era preciosa después de caer la lluvia y con un bonito arcoiris al fondo. Flor por fin encuentra el número de la escoba y se dispone a llamar al timbre, de pronto se abre la puerta y se contempla a una escoba con una toalla en la frente, la escoba le abre y le pide a Flor que pase a su salón para hablar. Cuando se sientan los dos tranquilamente a conversar están muy cortadas y no saben quien va a empezar., finalmente empieza hablar la escoba y le dice que si quiere un té, ella responde que si. Cuando le trae el té estuvieron conversando varias  horas. Ella le explicó que si quería ser su acompañante de casa y la escoba dijo que si, que ella también necesitaba a una acompañante. Y fueron felices comieron perdices, y a mi me dieron con el hueso en las narices.

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