El Papa eclipsa la precampaña electoral catalana

Los hoteles de Barcelona no se han llenado de fieles y los comerciantes tendrán que esperar a otra ocasión para hacer su agosto, pero la visita del Papa a Cataluña sí ha logrado parar la precampaña electoral. Al menos 24 horas. A la vista de que la atención mediática está centrada en Benedicto XVI, los partidos catalanes han preferido este fin de semana ahorrar esfuerzos y dejar descansar sus equipos de campaña hasta mañana. Los candidatos que quieran sí tendrán su cuota de pantalla hoy participando en la misa del Papa en la Sagrada Familia, a la que asistirán tanto el presidente de la Generalitat y líder del PSC, José Montilla, como su rival de Convergència i Unió, Artur Mas. También lo hará la líder del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho.

Desde que es presidente de la Generalitat Montilla siempre ha preferido no buscarse problemas con la cúpula eclesiástica. Son conocidos sus frecuentes y no publicitados encuentros con el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach para limar asperezas. Y en esta ocasión, Montilla también ha decidido estar en primera línea en todos los actos. Además de asistir a la misa, el presidente de la Generalitat también estará en la ceremonia de despedida del Pontífice esta tarde en el aeropuerto de El Prat.
Eso no quita que Montilla se enorgullezca públicamente de haber formado parte del Gobierno de España que legalizó el matrimonio homosexual. De hecho, y en un intento de contentar a los sectores más progresistas del PSC, Montilla protagonizó ayer un mitin con familias de todo tipo, desde las más tradicionales hasta las monoparentales y con parejas del mismo sexo. Montilla buscaba desmontar el tópico de que la izquierda no hace políticas de familia. "La derecha se llena la boca de la familia pero cuando gobierna no hay apoyo ni reconocimiento a las familias", aseguró.